En el maravilloso mundo de las estrategias de mercadeo exitosas, con frecuencia se habla de las fórmulas de copywriting, lo cual genera controversia porque no todos los copywriters son entusiastas en utilizarlas.
Ciertamente, las fórmulas facilitan la vida a una persona que no está habituada a escribir y menos la persuasiva, a partir de ellas se pueden crear diferentes formatos, sin embargo parece no tener tanto sentido cuando un copywriter o redactor publicitario trabaja a partir de fórmulas.
Por consiguiente… ¿Está mal usar las fórmulas de copywriting?, claro que no, principalmente las usan los empresarios que se están iniciando en el arte del copywriting, en este marco podemos destacar algunas: 4Cs, 4Us, 4P’s, AIDA, PAS, ACCA, PASTOR, FAB, entre otros.
Es importante enfatizar, las fórmulas de copywriting no son recetas que se aplican de memoria, que se siguen al pie de la letra sin entender el paso a paso.
Por lo tanto, ¿cuál es el efecto de aplicar fórmulas de copywriting como si fueran una receta?, cuando se está escribiendo un copy con base en fórmulas constantemente, por la dificultad en recordar la estructura, significa que algo no está bien, no se ha entendido qué es una venta y qué significa escribir para vender.
En consecuencia, antes de escribir para vender, es entender que es una venta, cómo funciona y cómo hay que vender.
Para comenzar, una venta es un conjunto de fases por las que pasa una empresa, desde las acciones en marketing, pasando por la apropiación de las técnicas de venta, hasta el logro de la transacción, por lo tanto, es una secuencia de pasos a seguir con la finalidad de conseguir las metas delimitadas y entender cómo funciona; en los cuales se destacan: prospección, preparación, alistamiento de contactos, presentación, negociación, gestión de reclamos, y seguimiento posventa.
En segundo lugar, vender un producto o servicio implica enfocarse en el comprador, investigar antes de iniciar una conversación, crear empatía, definir el buyer persona, generar valor y vender, realizar preguntas y escuchar, tener en cuenta los aspectos psicológicos, adaptar el enfoque al comprador, apelar a las emociones y recordar que el cliente es una persona.
Por último, escribir para vender, producir textos que atraen la atención de potenciales compradores hacia algún producto o servicio.
De ahí que un copy o texto persuasivo, utilizado en publicidad, marketing y ventas, bien escrito, ayuda a las empresas a comunicarse de manera efectiva con su audiencia, influye en las decisiones de compra, fomenta la lealtad del cliente y es la diferencia entre destacar o ser ignorado.
A diferencia de las personas que se están iniciando en la escritura persuasiva como estrategia de marketing, los copywriters se preocupan más por las técnicas, esos métodos probados y validados para escribir mensajes que inciten a la acción; ya sea aumentar las ventas, atraer más suscriptores o mejorar el posicionamiento de la marca, con la finalidad de influir en la percepción del público.
Para entender mejor qué son las técnicas de copywriting, es importante conocer algunas de las más comunes:
- Crear titulares poderosos para captar la atención del lector e incentivarlo a seguir leyendo.
- Hablar de los beneficios, no solo sobre las características de un producto, un buen copy se centra en cómo esos atributos benefician al cliente.
- Contar historias para conectar con los lectores a un nivel más personal y emocional.
- Utilizar la psicología ayuda a entender mejor a la audiencia y a escribir de manera más persuasiva.
En síntesis, los copywriters se decantan en mayor medida por las técnicas, sin dejar de lado las fórmulas.